Ingredientes
Manteca 150 gramos
Azúcar 250 gramos
Polvo de cacao sin azúcar 150 gramos y extra para espolvorear
Agua 2 cucharadas
Esencia de Vainilla 1 cucharadita
Huevos grandes 2 unidades (yo usé 3 porque no eran muy grandes)
Harina común 50 gramos
Nueces 120 gramos
Azúcar 250 gramos
Polvo de cacao sin azúcar 150 gramos y extra para espolvorear
Agua 2 cucharadas
Esencia de Vainilla 1 cucharadita
Huevos grandes 2 unidades (yo usé 3 porque no eran muy grandes)
Harina común 50 gramos
Nueces 120 gramos
Manos a la mezcla
01
Preparación de la mezcla
Antes de empezar con la preparación, se recomienda encender el horno a temperatura media, 180 grados,
Enmantecar una budinera o fuente cuadrada de 20 cm. Luego recubrir con papel manteca o de aluminio, dejando un resto de 5 cm para que sobresalga de dos lados del molde.
Derretir la manteca en una olla mediana, sobre la hornalla con calor de mediano a bajo. Cocer hasta que la manteca deje de hacer espuma, revolver con frecuencia, aproximadamente 5 minutos.
Retirar del fuego y ahí mismo, agregar el azúcar, el cacao, el agua y la esencia de vainilla. Revolver bien hasta mezclar.
Dejar enfriar durante 5 minutos.
Agregar los huevos de a uno, batiendo hasta unir después de cada agregado.
Cuando la mezcla se ve espesa y brillosa, agregar la harina y mezclar hasta unir. Batir vigorosamente durante 1 minuto.
Mezclar la nueces previamente un poco picadas (no mucho).
Extender la mezcla en el recipiente preparado, alisando la superficie.
Manos a los brownies
02
Preparación de la cocción y presentación
Colocar en el horno, ya precalentado y hornear durante 20 a 25 minutos, hasta que con un escarbadientes insertado en el centro de la fuente salga a la superficie con unas pocas migas húmedas pegadas.
Retirar y dejar en el recipiente enfriar durante 30 minutos.
Levantar los brownies con cuidado y colocarlos sobre una tabla utilizando el papel sobrante de los lados para manipularlo.
Espolvorear con cacao, cortar en cuadrados y servir.
Los mejores brownies son los que están apenas cocidos. Los bordes externos deben estar firmes, pero la torta debe estar un poco blanda en el centro al retirarla del horno.