Hay muchos tipos de telares artesanales y bastidores. Los hay de mesa, con distintos tipos de peine, el que tiene pies o pedales que desde tiempo inmemorable se utiliza, o el llamado telar maya... pero en esta nota nos acercaremos un poco más al que  con mucha devoción las mujeres descendientes de mapuches y las que convivimos en patagonia nos da curiosidad de aprender y manejar esta técnica ancestral y lograr las maravillosas tramas en el telar.

Telar Mapuche

Se construye con 4 palos cruzados en ángulo recto formando un rectángulo lo más regular posible. Su tamaño dependerá de la prenda que se quiera lograr, pueden ser tan altos hasta el techo de la habitación o "ruca" y anchos como la pared, la cual además servirá de soporte de los palos verticales que van apoyados en ella.

La tejedora debe ubicarse bien abajo, sentada en una pequeña silla o banco y luego irá subiendo a medida que el tejido aumente de tamaño a lo alto.

Los palos se cruzan atándolos con cuerdas bien resistentes generalmente de cuero y en los agujeros equidistantes que se realizan en los verticales; se van trabando los palos que se ubican perpendiculares uno bien abajo y otro arriba (el alto del tejido a realizar) y que son los destinados a recibir los hilos entrelazados. Es importante que estos estén bien amarrados y firmes para poder conseguir un tejido tenso.

Además dos cañas, una donde se enhebra el hilado tenso de abajo o vara de cruzadilla, que por lo general es de caña colihue (muy abundante en la zona cordillerana de la patagonia) al que se denomina TONON, otra para separar y un palo de madera dura y lisa con forma de cuchilla para presionar el tejido en cada pasada.

El hilo o lana que se cruzará en cada vuelta de izquierda a derecha y viceversa, se enrolla en otro palito lo sufiente delgado y largo en cocordancia  con el ancho de la urdimbre a realizar.

¿Qué necesitamos para empezar?

Necesitamos lana. Lana hilada o lana industrial, según las artesanas talleristas “lo bueno es empezar desde abajo, hilando la lana de oveja”.